Ni siquiera ha pegado bolas desde The Players Championship, así que del British Open, mejor ni hablar. Tiger Woods, en su calidad de anfitrión en el AT&T de Pebble Beach, ofreció una rueda de prensa y en ella no dijo nada de nada, ni que sí ni que no, ni chicha ni 'limoná'. Lo único, que no se ha puesto plazos en su recuperación, que ha aprendido la lección tras querer reaparecer más rápido de la cuenta y, sobre todo, que no sabe si llegará a tiempo para el tercer grande del año, especialmente porque si juega, él lo hace para ganar.
Los problemas en la rodilla y en el tendón de Aquiles con una cuestión recurrente en el californiano desde el US Open de 2008. Fue entonces cuando se produjo la fractura por estrés antes del playoff de 18 hoyos con Chris DiMarco. Volvió a lesionarse y cuando apareció en el TPC de Sawgrass no estaba preparado para jugar. "Aprendí la lección. Volveré cuando esté al 100%". Sabias palabras que no despejan la incógnita de si el de Cypress estará en el Abierto Británico el próximo 14 de julio.
"La verdad es que no lo sé. No sé cuándo podré (reaparecer) y es duro para mí, porque siempre he estado orientado hacia un objetivo y ahora no". Dudas y más dudas que sólo arrojan una cosa absolutamente cierta: el Tigre está frustrado porque durante su convalecencia no ha podido practicar un swing completo y, de momento, sólo ha usado un putt. Así que esta vez no se va a dejar presionar como en The Players: "No habrá una llamada de sí o no esta vez. Si voy es para ganar".
Con 14 grandes en su palmarés, a cuatro del récord de Jack Nicklaus, y con Rory McIlroy presionando desde su victoria en el Congressional Country Club como nueva megaestrella, Tiger sacó a relucir su verdadera ambición, su rabia. "Tengo 35 años, no 65. Aún tengo algunos por años delante y siento que los mejores aún están por llegar". Aviso a navegantes, aunque con matices: "Mi cuerpo necesita estar preparado para practicar y jugar y aplicar las novedades en el campo". Sólo un pequeño detalle, aunque él recuerda que "Tom Watson ganó el Open con 59".
El día que se produzca su reaparición, y en Sandwich rezan porque sea el 14 de julio, será con un plan de juego, con las cosas claras. De momento, Tiger, que algunos días recibe tratamiento hasta en tres ocasiones, ya ha comenzado las conversaciones con su entrenador, Sean Foley, para introducir diferentes cambios en su plan, especialmente ahora que ha descartado al 100% otra operación en su rodilla ("No hay discusión sobre eso") y que ha decidido que no volverá a competir lesionado: "Seré más inteligente esta vez. [...] No hay un programa (para reaparecer)".
Fuente:http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2011/06/28/masdeporte/1309289836.html
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